Compra y Venta de Empresas

En tiempo de crisis las necesidades humanas comienzan a aflorar, siendo esto un hecho que acontece en todas las esferas, debido a que si hay algo que resulta fluctuante es la economía, por tal motivo, hoy puede estar una corporación trabajando y el día de mañana puede encontrarse en la completa quiebra.

Es por ello, que algunas inmobiliarias ya ofrecen sus servicios en vender empresas, para ayudar así a aquellos empresarios o pequeños industriales que están pasando por el penoso momento de tener que liquidar todo lo que algún tiempo les costó tanto trabajo y sudor.

Motivos para vender una empresa

Efectivamente no es una decisión para nada sencilla el vender una empresa, pero cuando estas circunstancias se presentan, es una opción inevitable:

  • Los egresos superan los ingresos, es decir, las deudas son mayores a toda clase de percepción, bien sea que se trate del pago de proveedores o el pago de la nómina salarial, cuando se empieza a sacar dinero de su caja chica, la liquidación es algo que ya se encima.
  • Los proveedores se escasean y juntos a ellos, la materia prima se agota, no teniéndose así una base sólida con la cual se puedan generar los procesos productivos.

Algunos empresarios ante estos casos prefieren acudir al mercado negro, sin darse cuenta, que pueden estar adquiriendo mercancía defectuosa y lo peor, en condición ilegal.

  • Conflictos laborales, nadie puede negar que el capital humano es el factor más importante de una empresa, cuando los trabajadores se sienten incómodos en las instalaciones y además insatisfechos con sus pagos, los problemas se asoman a la puerta de la esquina, el descontento ya no solo se oye en murmullos,  sino que se traslada a manifestaciones frente al puesto de trabajo en los entes competentes, debiendo de reconocerse que si no hay dinero para satisfacer sus reclamos, lo mejor es vender.

¿Qué hacer para vender una empresa?

Aunque no existen pasos predefinidos para ello, en un sentido general, la costumbre ha establecido los siguientes pasos:

  • Reunión de sociedad, ciertamente una empresa no está formada por una sola persona, sino que la misma involucra a los socios, es por ello, que ante la inminente probabilidad de la liquidación debe de consultarse a todos los intervinientes si están de acuerdo o en desacuerdo.

Esta es una decisión que debe de tomarse en conjunto, ya que la misma no tiene reverso, una vez que se liquida, no se puede volver a su estado anterior, ya que la reactivación implica empezar de cero.

  • Búsqueda de asesoría, sin duda alguna, a pesar de que los socios sean muy instruidos, zapatero a su zapato, es por ello, que la ayuda de un profesional en leyes se torna necesario, ya que este mismo será quien te brindará los pasos legales que debes de cubrir para poder vender la empresa.

Tal es el caso, que debes de acudir al ente competente para poder liquidarla, realizando el documento debido en el cual conste la decisión mayoritaria de todos los socios con el fin de cesar las funciones mercantiles de la corporación.

En el mismo documento, no solo se establece el cese de funciones, sino que además, se establece un inventario, en el que consten las maquinarias necesarias para los procesos, las infraestructuras involucradas, los bienes muebles que se ubican en el lugar.

En algunas legislaciones solicitan la nómina laboral, junto a los expedientes de cada uno de los trabajadores, esto con el fin de poder establecer los montos que correspondan por liquidación, y los que tienen lugar a ello, fundando todo esto en el articulado legal en materia laboral.

Con esto se evitan los reclamos improcedentes de parte de los empleados, ya que se recurre a reuniones, en las cuales, el mismo ente media entre los empresarios y aquellos, pactándose el pago de los salarios y de los montos procedentes por cuotas.

  • Búsqueda de posibles compradores, una vez que se han agotado los procesos legales, y la empresa queda establecida como cesante, las inmobiliarias toman lugar, procediendo las mismas a publicar los anuncios haciendo mención debida de que la corporación se encuentra cesante y saldada en todas sus deudas, y que se encuentra en perfecto estado para su traspaso y cambio de dueño.

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