¿Qué le espera a la economía estadounidense?

La economía estadounidense ha experimentado una expansión constante e impresionante desde mediados de 2009, con un crecimiento anual del 3,6% hasta el primer semestre de este año. La crisis financiera que comenzó a finales de 2007 frenó en gran medida el crecimiento económico estadounidense, pero la recuperación desde entonces ha sido constante y mesurada. Sin embargo, esto podría cambiar de cara a 2016, ya que el aumento de los precios del petróleo, el envejecimiento de la población, el incremento de los costes de la Seguridad Social y de Medicare, así como otros factores económicos, empiezan a hacer mella en la economía. De ser así, será la primera vez en casi 17 años que la economía estadounidense se prepare para un crecimiento más lento que rápido en 2016. En este momento, es demasiado pronto para afirmar definitivamente si la economía estadounidense se contraerá o se expandirá durante 2016; la mayoría de los indicadores siguen apuntando a una expansión . Sin embargo, teniendo en cuenta las tendencias y perspectivas actuales de las principales variables macroeconómicas, como el crecimiento del PIB, las tasas de desempleo y los niveles de gasto de capital, creemos que hay muchas posibilidades de que el PIB se contraiga durante 2016, si no lo hace antes .

La economía estadounidense se está recuperando, pero aún tiene un largo camino por recorrer

Tras caer en picado durante la crisis financiera, la economía estadounidense se está recuperando desde finales de 2009. La Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos (BEA) informó en febrero que el PIB real (en dólares constantes) aumentó un 7,3% entre el cuarto trimestre de 2008 y el cuarto trimestre de 2011, y otro 3,2% entre el primer trimestre de 2012 y el primer trimestre de 2016. El crecimiento del PIB real en 2016 se situará probablemente entre el 2% y el 3%, pero podría llegar al 4%. La economía estadounidense sigue recuperándose de las profundidades de la Gran Recesión, pero tiene un largo camino por recorrer para alcanzar su plena fortaleza. El consumidor estadounidense aún no ha reparado completamente sus finanzas, y las empresas siguen siendo cautelosas, en parte debido a la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Además, la Reserva Federal de EE.UU. sigue subiendo los tipos de interés, lo que podría ralentizar el ritmo de recuperación de la economía.

El crecimiento del PIB se ralentizará en 2016 por la desaceleración de las tendencias existentes y el afianzamiento de otras nuevas

Durante la recuperación, el crecimiento de la economía estadounidense se ha visto favorecido por el fuerte gasto de los consumidores, especialmente en automóviles y electrodomésticos. Sin embargo, aunque el gasto de los consumidores se ha mantenido fuerte, el crecimiento en otras áreas, como la inversión empresarial y el gasto público, ha sido relativamente débil. Esto se debe, en gran medida, a que muchas empresas y hogares todavía están reconstruyendo sus finanzas y buscando mejores ofertas. A medida que la economía siga mejorando, estas actividades de reconstrucción se reducirán, pero probablemente seguirán pesando en el crecimiento económico general. Es probable que el crecimiento de la economía estadounidense se ralentice durante 2016, cuando las tendencias existentes empiecen a frenarse y otras nuevas se afiancen. La población estadounidense está envejeciendo, y el número de personas en su mejor edad laboral (25-54 años) se está reduciendo. Mientras tanto, la población activa estadounidense también está envejeciendo, y el número de personas en su edad de máxima actividad (55-64 años) está creciendo. Todas estas tendencias contribuirán a un menor crecimiento de la economía estadounidense.

Las tasas de desempleo empiezan a estabilizarse

Lo más importante es que la tasa de desempleo de EE.UU. se mantiene cerca de sus mínimos históricos, en el 4,9%, y no ha aumentado significativamente en casi un año. Esto se debe en parte a que, durante la recuperación, el mercado laboral estadounidense ha absorbido eficazmente a los nuevos trabajadores, mientras que los trabajadores más experimentados se jubilan y abandonan la población activa. Sin embargo, el porcentaje de estadounidenses que trabajan o buscan trabajo ha experimentado un descenso constante. En resumen, hoy hay menos estadounidenses que buscan trabajo que hace unos años. Se espera que el mercado laboral estadounidense siga fortaleciéndose, y es probable que las tasas de desempleo se mantengan bajas en los próximos años. Además, se prevé que la duración media del desempleo siga disminuyendo, reduciendo la necesidad de nuevos despidos. Esto debería reducir el riesgo de un choque económico significativo por un repunte repentino de las tasas de desempleo.

El gasto de capital será bajo mientras persistan los cuellos de botella en las infraestructuras

Es probable que el gasto público sea relativamente bajo en mejoras de capital que apoyen el crecimiento económico, como la ampliación de los sistemas de transporte público, la reparación y mejora de las infraestructuras y la ampliación de las instalaciones de investigación y desarrollo. Esta tendencia ha sido evidente desde el inicio de la recuperación económica, y parece probable que continúe. Las Inversiones USA en infraestructuras se han retrasado durante la recuperación, en parte debido al elevado coste de los préstamos y a la necesidad de desarrollar nuevos modelos de financiación. Sin embargo, el esfuerzo por desarrollar un nuevo plan de infraestructuras de transporte a largo plazo, que se retrasó por el cierre del gobierno en octubre, podría ser un factor en esta tendencia. Se espera que la necesidad de nuevas infraestructuras siga siendo un factor clave para mantener el crecimiento de la economía. El aumento de la demanda de servicios de transporte y comunicaciones exigirá un gasto importante tanto en nuevas construcciones como en mejoras.

El envejecimiento de la población y el aumento de los costes de la Seguridad Social y Medicare seguirán pesando sobre el crecimiento económico

El tercer factor que probablemente ralentizará la economía estadounidense durante 2016 es el envejecimiento de la población, que contribuirá a un menor crecimiento del número de trabajadores. Se prevé que la edad media de la población estadounidense aumente de 38,4 años en 2015 a 39,4 años en 2036. Este envejecimiento de la población podría tener importantes ramificaciones económicas, ya que es probable que disminuya el número de personas en edad de trabajar. La proporción de la población estadounidense de edad avanzada aumentará significativamente, mientras que la proporción de la población más joven disminuirá. Especialmente preocupante es el rápido aumento del coste de las prestaciones de la Seguridad Social y de Medicare. El aumento del coste de estos programas ha reducido la cantidad de ingresos públicos disponibles para pagar otros programas gubernamentales. Si esta tendencia continúa, podría contribuir a reducir el crecimiento económico.

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