Enseña a tus hijos a leer en 8 sencillos pasos

Aprender a leer es una de las cosas más importantes que hará un niño en su vida. Eso es porque vivimos en una sociedad en la que la alfabetización es la clave del éxito. Es importante decir que la habilidad de lectura no se desarrolla de la noche a la mañana, los padres deben preocuparse e interesarse por el aprendizaje de sus hijos.

Elegir el libro o la cartilla para aprender a leer correcta puede ayudarte a motivar a tus hijos. Debes dejar que sea su elección, para que se mantenga interesado. Además, no debes olvidar que no hay dos personas que dominen la lectura al mismo tiempo o al mismo ritmo, y la paciencia y la perseverancia son imprescindibles, especialmente para los niños que luchan con dificultades de aprendizaje.

La enseñanza de la lectura a un niño comienza desde el nacimiento con el refuerzo de las habilidades previas a la alfabetización. No obstante, la mayoría de los niños aprenden oficialmente a leer entre los 5 y 7 años.

Una de las formas más comunes de enseñar a leer es mediante el método de sondeo en el que se anima a los niños a leer en voz alta, pronunciando cada letra o grupo de letras hasta que reconocen la palabra por el sonido.

Al mismo tiempo, los educadores enseñan palabras reconocibles a la vista o vocabulario común que los niños pueden memorizar para reducir la carga cognitiva de decodificar oraciones. La teoría es que cuantas menos palabras necesiten pronunciar los niños, más atención tendrá para procesar una mayor cantidad de términos y comprender un vocabulario que nunca antes había encontrado.

A medida que los niños se vuelven buenos lectores, leen cada vez menos en voz alta y reconocen más y más vocabulario de vista. Esto los hace más rápidos. También pueden hacer más cuando se trata de interactuar con libros que están leyendo, lo que incluye segur narrativas más complicadas, comprender detalles específicos, hacer inferencias y predicciones.

Aumentan su vocabulario porque la lectura les presenta nuevas palabras que pueden entender del contexto. Y, por otro lado, la lectura afecta la capacidad de escritura. Los niños se familiarizan con estructuras de oraciones más complejas y comienzan a usarlas y adaptarlas para expresarse. Esta es una habilidad crucial que les servirá en todas las áreas de su plan de estudios.

¿Cómo enseñar a los niños a leer?

Fonética

La lectura requiere reunir los conocimientos de un niño sobre el sistema de sonido de su lengua materna y las letras y combinaciones de letras que representan diferentes fonemas. Por esta razón es esencial cierta instrucción fonética.

Palabras familiares

Debido a que hablan con fluidez, los niños tienen un vocabulario básico para empezar. Por eso, aprender a leer palabras con las que ya están familiarizados es un buen punto de partida. Esto puede incluir su propio nombre y otros sustantivos concretos que se pueden enseñar mediante imágenes.

Una palabra a la vez

Al principio, demasiado texto puede ser abrumador para un niño. Asegúrate de que no haya demasiadas palabras en una página y comienza por hacer que pronuncien términos individuales antes de pasar a frases y oraciones.

Amplia exposición y mucha repetición

Leer palabras que contienen las mismas letras y combinaciones de letras y ver esas palabras varias veces ayuda a los niños a desarrollar sus primeras habilidades de lectura.

Ilustraciones y letras grandes

Las imágenes pueden ayudar a un niño a incitarlo a reconocer las palabras que están leyendo. Es útil que las palabras sean los suficientemente grandes y estén impresa en negrita para que puedan identificarlas con facilidad.

Vocabulario de alta frecuencia

Memorizar palabras que probablemente aparezcan en la mayoría de los libros para niños ayuda a reducir la carga cognitiva asociada con la pronunciación de frases y oraciones simples. Los niños pueden usar tarjetas didácticas y practicar la ortografía al mismo tiempo.

Libros que quieren leer

Como mencionamos arriba, los niños suelen están más motivados para leer si, para empezar, les interesa el material. Lleva a los niños a la biblioteca y permíteles seleccionar los libros o cartillas con los que quieran comenzar a leer. Si el texto resulta demasiado desafiante, al menos tienes una idea de los temas que les interesan.

Asumiendo el reto

Comenzar con libros que son demasiado difíciles puede ser desalentador para un niño. Mantén a los niños motivados seleccionando una combinación de material sencillo que este a su nivel e intercalándolo con libros desafiantes que van un paso más allá. Una buena forma de saber que tan difícil es un libro es hacer que el niño lea una página y levante un dedo por cada palabra que no reconoce. Si la página tiene más de 5 palabras que el niño no conoce, guarda el libro para más tarde.

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