Empresa de Reformas en Zaragoza: Una historia del movimiento por el derecho al trabajo en España

El movimiento del derecho al trabajo en España tiene sus raíces en los primeros años del siglo XX. La economía española estaba en auge y con ella llegó una ola de liberalismo económico sin precedentes. Como resultado, casi todas las industrias de España experimentaron un rápido crecimiento y desarrollo durante esta época. En algunos casos, este desarrollo fue incluso excesivo. Es decir, hubo sectores que explotaron a los trabajadores pagándoles salarios inferiores o que protegieron en exceso sus propios intereses a costa de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, como dice el refrán, no se puede legislar la moral… y aunque esas industrias empezaron a modernizarse y a ser más responsables con las necesidades de sus empleados, no pudieron cambiar de la noche a la mañana. Hoy en día, al recordar estos primeros años de industrialización y liberalización en España podemos ver que muchos de los cambios fueron el resultado de una reacción popular de los trabajadores que se dieron cuenta de que sin mejoras en las condiciones laborales ya no podían competir con países de bajos salarios como México y Portugal. Como resultado, España entró en un periodo conocido como la Reforma (el Movimiento por el Derecho al Trabajo) que duró desde 1934 hasta 1948. Esta entrada del blog le dará una visión general de este importante capítulo de la historia de España y su impacto en las condiciones laborales actuales de los trabajadores españoles.

¿Qué fue el Movimiento por el Derecho al Trabajo en España?

El movimiento de reformas integrales Zaragoza se desarrolló a partir del movimiento obrero de principios del siglo XX. En varios países, los trabajadores tenían derecho a elegir si trabajaban o no para un sindicato. Esto se convirtió en una causa célebre a principios del siglo XX y atrajo la atención del movimiento obrero internacional. Este movimiento creció y ganó fuerza durante la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión. Hubo varios sindicatos importantes que ayudaron a desarrollar y liderar el movimiento por el derecho al trabajo en España. Entre ellos estaban la Unión General del Trabajo (UGT), la Conferencia Nacional del Trabajo (CNT), la Confederación General de Trabajadores (CGT) y la Central de Trabajadores Unidos (CTU).

La Gran Depresión y la clase obrera española

Aunque mucha gente piensa que la economía española estaba en un estado de rápido crecimiento, la realidad era mucho menos halagüeña. Como resultado de la Gran Depresión, el desempleo en todo el país superó el 20%. También hubo un fuerte aumento de los trabajadores que se declararon en huelga. De hecho, había trabajadores en huelga en casi todas las industrias. Los sindicatos no fueron los únicos que desempeñaron un papel importante en la lucha por mejorar las condiciones laborales durante la Gran Depresión. Los trabajadores españoles también formaron poderosas coaliciones para abordar cuestiones específicas de su industria. Entre ellas se encontraba la Coalición Nacional de Obreros (CNO), además de la CNT, la CGT y la CNT. Por ejemplo, los trabajadores de la red ferroviaria nacional formaron la Conferencia Nacional del Ferrocarril para mejorar las condiciones de trabajo. Asimismo, los trabajadores del servicio postal formaron la Conferencia Nacional del Correo para luchar por mejores salarios y condiciones de trabajo. Otras grandes industrias, como la azucarera y la algodonera, también contaban con coaliciones de trabajadores que ayudaban a mejorar las condiciones laborales.

La Segunda Guerra Mundial y el mercado laboral español

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, muchos países europeos se esforzaron por aceptar la nueva situación creada por la guerra. Como resultado, varios de ellos decidieron adoptar algunas de las leyes laborales más favorables al mercado a las que se habían opuesto anteriormente. España, al formar parte de la misma coalición europea que estos otros países, no fue una excepción. De hecho, España pronto se encontró en medio de una disputa laboral que se asemejaba mucho a la que estaba ocurriendo en Estados Unidos. La ola de industrialización que había barrido Europa en los años de entreguerras dio paso a una ola de automatización y a la correspondiente reducción de puestos de trabajo. El argumento de la película “Saca el plomo”, de inspiración mexicana, llegó a captar la sensación de este periodo cuando un personaje dijo: “La maquinaria agrícola fue sustituida por robots. Las fábricas textiles fueron sustituidas por máquinas. Las minas fueron abandonadas en su mayor parte, dejando sólo equipos esqueléticos. Las calles estaban vacías porque la gente trabajaba en las fábricas”.

La edad de oro del capitalismo español

Durante este periodo, muchas partes de España experimentaron una rápida industrialización y una rápida urbanización. De hecho, la industrialización en España fue una de las más rápidas de Europa, aunque se autofinanció en gran medida, ya que la mayor parte del sector desarrollado se encontraba en las ciudades. Cuando la economía empezó a tomar impulso, los trabajadores de las ciudades y de las grandes industrias comenzaron a organizarse. Crearon la Conferencia General de Trabajadores Unidos en Lucha (CGTU) en 1919 como primer sindicato del país. A la CGTU pronto le siguieron otros sindicatos que se formaron durante este periodo, como la Federación Anarquista de España (FAE) y la Unión General de Trabajadores (UGT). Juntos, estos sindicatos formaron lo que llegó a conocerse como el movimiento obrero español. En el Partido Socialdemócrata (PSD), que había gobernado España desde la década de 1880, estos acontecimientos se consideraron una amenaza para el statu quo. Para contener la amenaza que suponía el movimiento obrero, el PSD introdujo normas estrictas para regular el movimiento obrero, que denominó Ley Sindical de 1936. Estas normas se basaban en el modelo del Código Laboral francés, que se había aprobado unos años antes. En resumen, las organizaciones laborales debían ser reconocidas oficialmente como sindicatos, debían aceptar las normas estatutarias del movimiento obrero y estar afiliadas a una rama sindical.

La transición al capitalismo

Como se ha mencionado anteriormente, la economía española experimentó un rápido crecimiento durante las décadas de 1920 y 1930, en gran parte como resultado de la creciente demanda de productos manufacturados durante la Gran Depresión. Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, este crecimiento se hizo aún más rápido. Sin embargo, la guerra fue casi incruenta. España participó activamente en el conflicto y fue responsable directa o indirectamente de la muerte de entre 25.000 y 50.000 soldados de ambos beligerantes. Con el fin de la guerra, la demanda de bienes de consumo comenzó a caer y también la producción. Esto supuso una verdadera presión para el sector industrial y, a finales de los años 40, las empresas que se encontraban en dificultades financieras no tuvieron más remedio que fusionar sus activos y operaciones para formar empresas con una mano de obra más flexible. La mano de obra resultante fue sustituida por empleados de oficina y de servicios. El mismo proceso de reestructuración y amalgama tuvo lugar en la mayoría de las industrias, con la excepción del transporte y los servicios públicos. Éstas siguieron siendo empresas privadas.

Prácticas laborales españolas después de 1978

Tras la transición de España al capitalismo en la década de 1950, el gobierno se esforzó por abrir aún más la economía mediante una mayor liberalización y privatización. Sin embargo, las condiciones laborales de muchos de los nuevos empleados industriales y comerciales no mejoraron. De hecho, empeoraron mucho con las nuevas leyes laborales. Una de las más significativas fue la Ley de la Empresa Privada de Electricidad, aprobada en 1965. Esta ley pretendía reforzar la posición de la empresa privada y liberalizar el sector eléctrico. Permitió que las empresas que no eran servicios públicos operaran como servicios privados.

Conclusión

El movimiento obrero español estuvo marcado por tres acontecimientos importantes durante el siglo XX: la Gran Depresión, la Guerra Civil española y la Transición al Capitalismo. La Gran Depresión afectó a muchos sectores de la economía española, sobre todo al sector manufacturero. La Guerra Civil también tuvo un impacto en el movimiento obrero, pero fue la Transición al Capitalismo la que más cambió la cara del trabajo español. El movimiento obrero en España es un producto de su historia. Tiene raíces que se remontan a principios del siglo XX, y ha evolucionado desde un movimiento sindical que luchaba por los derechos de los trabajadores a un movimiento que lucha por los derechos de todos los trabajadores.

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