Para una empresa de cualquier índole poder tener éxito necesita conocer los niveles de eficacia en las gestiones que lleva a cabo. El solo hecho de concretar ventas y tener dividendos cada mes no es suficiente para poder concluir de forma satisfactoria la gestión de uno o varios departamentos que conforman la organización.
Fomentar dentro de las organizaciones la cultura analítica no solo de resultados, sino de procedimientos, es una cualidad que no todas las empresas tienen, pero que cada día se hace más necesaria en una empresa. Para la toma de decisiones, la renovación de departamentos y en fin para mejorar, es necesario tener a la mano una evaluación real y veraz de cada elemento empresarias global y por departamento.
El cuadro de mando y la toma de decisiones
En esta importante tarea de medir el rendimiento, eficiencia, alcance de objetivos, debilidades, y todo lo relacionado con el funcionamiento de un grupo de herramientas, el cuadro de mando toma un papel protagónico, ya que permite la medición de los procedimientos y el funcionamiento de la empresa en general.
Un cuadro de mando consiste en una herramienta que utilizando la recolección de datos, cifras, y estadísticas, las traduce en resultados que se interpretan como el nivel de gestión y permite una visión amplia y clara de los departamentos, especialmente el departamento de compras.
Conocer qué tipo de mercancía tiene mejor rotación, las cantidades adecuadas a mantener en stock, el abastecimiento a tiempo de productos específicos, la diligencia en pagos a proveedores, y mucho más es posible obtenerlo a través de un cuadro de mando, siempre y cuando se le suministren datos correctos y reales, de lo contrario, los resultados no serian veraces y no serviría a la hora de tomar decisiones.
Un cuadro de mando puede aplicarse y ser útil a cualquier tipo de organización o empresa que busque optimizar sus departamentos mediante la toma de decisiones gerenciales. El valor de un cuadro de mando está en la facilidad para leer e interpretar sus resultados.
La toma de decisiones con relación al departamento de compras afecta a otros departamentos como almacén, finanzas ventas, ya que el aumento o disminución en cuanto a pedidos y stock de mercancía se relacionan de forma directa con estos antes mencionados.
Ventajas de contar con un cuadro de mando
- Rápida lectura de la eficacia de los procedimientos y el logro de metas a corto plazo.
- Ayuda en la toma de decisiones gerenciales respecto a los departamentos de compras y afines.
- Sus indicadores permiten conocer la capacidad de crecimiento de la empresa y las posibles fortalezas y debilidades de cada departamento.
- Permite identificar el potencial y el talento humano de forma individual que se encuentran en los departamentos para aprovechar sus capacidades de la mejor manera.
- Los cuadros de mando se establecen mediante sistemas informáticos que hacen mucho más rápido su uso y capacidad para arrojar datos.
- Mayor oportunidad de competir en el mercado gracias a la toma de decisiones adecuada facilitada por los datos que emana el cuadro de mando.
- Permiten hacerle seguimiento a los objetivos y logros de producción y ventas de la empresa, así como detectar las fallas que evitan su cumplimiento.
Una mala decisión o una decisión tardía pueden acarrear consigo fuga de dinero, pérdida de tiempo y desaprovechamiento del talento calificado de una empresa. Es por estas razones que la toma de decisiones hecha desde un punto de vista objetivo y con las bases correctas, marcara la diferencia entre el éxito o no de la empresa.
Sabiendo esto, la ingeniero Ana del Moral Lechuga, ofrece y pone a disposición sus conocimientos de más de 5 años de experiencia, para orientar a las empresas en el tema de consultoría de compras y así ayudarles a optimizar sus procedimiento gracias a la implementación de medidas que contribuyen al crecimiento empresarial.
Este tipo de solución empresarial como el que plantea la experta, contribuyen en gran manera al crecimiento y correcto desarrollo de las organizaciones evitándoles caer en un sin número de errores que sin los procedimientos adecuados son difíciles de detectar y corregir.
